Los enemigos naturales son aquellos insectos (parásitos o predadores) que destuyen a las plagas* que atacan a nuestros cultivos para que no bajen los rendimientos de nuestras cosechas. Para ello, intentaremos atraer a estos enemigos naturales para que estén rondando por nuestro huerto y regulen las poblaciones de plagas.

Tener cerca del huerto determinados arboles, arbustos, plantas medicinales... es una buena estratégia porque son plantas atrayentes que dan cobijo a los insectos, los nutren cuando florecen con sus pólenes y néctares, y de esta manera, conseguimos tenerlos cerca de nuestros cultivos. También es importante que las fechas de floración de estas plantas atrayentes sean distintas, es decir, que no haya ningún momento del año en el que ninguna esté florecida porque provocaríamos la marcha de los mismos. Un claro ejemplo de plantas atrayentes sería la salvia, el romero, la lavanda, el tomillo...

*Plagas son poblaciones de animales fitófagos (se alimentan de plantas) que disminuye la producción del cultivo, reduce el valor de las cosechas pueden ser los ácaros, pulgones, cochinillas, trips, cochinillas...